Aunque muchos piensan que la informática en España comenzó con los microordenadores de los años 80, lo cierto es que los grandes mainframes y minicomputadores ya llevaban más de diez años operando discretamente. En entidades bancarias, compañías de seguros, centros universitarios e incluso en RENFE, estas potentes máquinas se encargaban de procesar nóminas, controlar inventarios y realizar cálculos científicos, construyendo los cimientos de la informática moderna sin que la mayoría lo percibiera.
Así, sin hacer ruido, la informática invisible comenzó a cambiar España mucho antes de que los microordenadores se hicieran un hueco en nuestras casas. Si esta historia te ha parecido sorprendente, te invito a dejar tu comentario, compartir tus recuerdos o curiosidades sobre aquellos primeros ordenadores, y suscribirte para seguir explorando los secretos de la retroinformática.