En plena década de 1970, cuando los ordenadores aún eran enormes y carísimos, un ingeniero llamado Don Lancaster ideó algo que parecía pura ciencia ficción: la TV Typewriter o Máquina de Escribir de Televisión. Este proyecto permitía conectar un teclado a un televisor y escribir texto directamente en la pantalla, sin necesidad de un costoso mainframe ni de equipos profesionales. Construida a base de componentes electrónicos que cualquiera podía comprar, se convirtió en un símbolo del espíritu hazlo tú mismo que más tarde daría vida a la revolución de la informática personal. Aunque no era un ordenador completo, la TV Typewriter demostró que la tecnología podía llegar a cualquier salón… y fue una chispa clave para el nacimiento del ordenador casero.
Hoy recordamos a la TV Typewriter de Don Lancaster, un invento que demostró que la informática podía salir del laboratorio y llegar a cualquier hogar, abriendo el camino hacia el ordenador personal que todos conocemos.